Factores clave

Materiales, ubicación y diseño de las instalaciones son los principales factores que hay que tener en cuenta a la hora de manipular residuos de alimentos sin riesgo

El lugar de los contenedores de basura es una de las principales medidas de seguridad que se debe tener en cuenta. Construidos con materiales resistentes, tendrán la capacidad suficiente para la actividad de la cocina y estarán dotados también con una tapa o cierre hermético preferiblemente no manual. Se situarán en zonas especialmente diseñadas para este fin, totalmente aisladas del resto de los lugares por los que circulen los alimentos.

Tanto los contenedores como las zonas de almacenamiento de residuos deben ser de fácil limpieza y desinfección, actividades que se realizarán con la frecuencia necesaria para garantizar su buen estado de higiene. El diseño de estos cuartos de basura resulta decisivo para conseguir este objetivo: materiales lisos y resistentes, pocas juntas, medias cañas, suelo con caída y sumidero de rejilla fina, toma de agua fría y caliente, luz suficiente, puerta de cierre hermético sin holguras ni posibles resquicios por los que puedan introducirse insectos o roedores y que se mantenga siempre cerrada.

La evacuación definitiva deberá realizarse tan a menudo como lo requiera la producción de residuos. El objetivo de esta medida es evitar su desbordamiento y, al menos una vez al día, tras la jornada de trabajo, siempre por una vía que no suponga ningún riesgo de contaminación ni para los alimentos ni los equipos y locales.

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Last modified: noviembre 29, 2023